A continuación un par de informaciones básicas sobre el medio ambiente de Bolivia, específicamente Santa Cruz de la Sierra, ya que es obvio que son muy pocos los que se percatan de la situación real y menos aún los que se preocupan. Ni qué hablar de quienes tienen idea del hábitat que los rodea – se nota al simplemente observar los destrozos en la ciudad, en los alrededores y más aún al conversar con la gente y recibir respuestas escalofriantes ( bueno, ¡por lo menos eso, con este calor sofocante y seco! ) como que „siempre hace calor“ en el Oriente, que „ya va venir la época de lluvia“, „que Santa Cruz está repleta de bosques que comienzan a 20 kms de la ciudad“ y que “ hay bastantes árboles pero y que no hay que poner demasiados“, que si hay problemas „es por el niño“, que los árboles „crian maleantes, francotiradores, bichos de toda índole“ y que, en caso de que algún sujeto suela defecar en alguna vereda sombría y fresquita ( de las poquitísimas que ya hay ), entonces toca sacar los árboles, para que no hagan sombra y la próxima se lo vea al tipo que defeca . Además los árboles supuestamente se pueden caer, así que apenas llegan a adultos, de por sí se los „saca“ en una suerte de pánico, compulsividad yodio colectivos.
Difícil que sea más ignorante y dañino un pueblo – y más chocante en su actuar.
Y lo peor: al parecer se trata de una mentalidad colectiva que es contagiosa, ya que pocos ( ¿dónde están?) compensan y hacen bulto del otro lado de la medalla.
Esto aquí es para no tener que repetir toda la cantaleta a diario en la calle y por doquier, cuando se trata de salvar un árbol, de pelear por el derecho de poner alguno en una plaza o vereda, de correr al fulanito tradicionalista y patriota que esparce sus heces por sus veredas favoritas por el Primer Anillo o corta tajaditas para hacer no sé qué brebaje, árbol tras árbol donde aún los hay, ocasionando noches de pavorosas pesadillas entre el humo de los chaqueos, un clima caótico e inaguantable y árboles tras árboles que se mueren, son asesinados y morirán así pronto, quién sabe, para quien se sienta unido a los árboles y no precisamente a los primates humanos, tan incomprensibles y desagradables en su estúpido actuar.
Humo de quemas, algunas supuestamente „controladas“, de chaqueos.
Al destruir bosques y selvas tropicales ( Oriente boliviano en general, Choré, Guarayos, Pando, también árboles dentro de la ciudad; etc.) se modifican los patrones climáticos: las precipitacio -nes ( deja de llover, como está pasando en Santa Cruz ), la temperatura al ras del suelo aumenta ( más calor, más evaporación, más polvo, más enfermedades, menos precipitaciones y, por ende, menos agua potable a futuro y menos aguas subterráneas, más vientos excesivamente fuertes por el calor obviamente y un clima más „loco“ e inestable, con calores y frios mucho más extremos, más erosión – hasta llegar a la desertificación y transformación en estepas de grandes superficies de terreno antaño verdes, una capa freática ( ¡agua potable!) que no se repone por la falta de precipitaciones y por la evaporación excesiva ) y la presencia o ausencia den nubes ( menos árboles, menos nubes, menos precipitaciones regulares, más desequilibrios climáticos, calor bochornoso con surazos más frios de lo usual ). Esto básicamente NO ES EL CAMBIO CLIMÁTICO NI TIENE QUE VER CON ÉSTE, no pasa no pasó por la industria en EEUU ni en Europa ni los tan trillados „500 años….“ – si destruimos nuestro hábitat, lo destruimos concretamente aquí. – y se nota aquí, surtiendo luego efectos a nivel global. Si a esto se le suma algún otro „cambio climático“ por contanimación global, metano, dióxido de carbono, por razones planetarias ( órbita terrestre, inclinación del eje, etc.) o cuales fueren, nuestra actitud nefasta al chaquear, sellar el suelo tan excesivamente por lucrar y por irresponsabilidad, cortar árboles nativos en vez de plantarlos y plantar árboles demasiado chicos o en extremo pocos … impide mitigar cualquier otro impacto de un „cambio climático“ global en el planeta, es decir que nosotros mismos estamos ocasionando sequías, enfermedades, pobreza, la falta de agua potable y de precipitaciones luego, la falta de materias primas, alimentos, etc. – a pasos agigantados, es decir que un desastre mayor y luego insuperable, puesto que además somos obviamente tan imbéciles de acabar, aparte del clima, los medios y recursos a pasos agigantados mientras parimos hijos alegremente y causamos así un efecto multiplicador a gran escala.
Para tener una idea de lo que nos espera si seguimos alegremente quemando, chaqueando, talando árboles en campos y ciudades, bosques y a la vera del camino por doquier, sustituyéndolos por cemento o arenales solamente, entonces hace falta nada más que prestar un par de minutos de atención a las noticias más recientes que nos están llegando desde Haití: en Haití se deforestó todo, Haití está sumido en un colapso ecológico – y por ende econóico- de gran escala y no logrará levantarse sin dejar de manosear a los árboles , mejor dicho: sin reforestar, ya que la población no dejó practicamente nada de cobertura boscosa en este país colindante con República Dominicana – que es turística y verde.
Y si no llueve, no crece nada. Además la reforestación cuesta – y mientras tanto no hay materias primas tampoco, pero a cambio de ello pobreza, derrumbes y todo tipo de desastres ambientales como el caos absoluto por sedimentación en los mares que deja sin trabajo a los pescadores que se quedan si peces. Y, de paso, la potencial mano de obra para la reforestación ya pasó a morirse por una incipiente epidemia de cólera por la falta de higiene y acaba de cobrar ya unas 200 víctimas – a finales de octubre del 2010 – ( compárese Santa Cruz de la Sierra y sus múltiples „vertederos en via pública“, las aguas servidas en la vía pública y en los canales, todos los químicos que echa la población a jardínes, calles, parques, las ratas por la ubiquidad de la basura en Santa Cruz, por ejemplo en la zona de los „Agachaos“ en pleno centro, etc. ).
Humo, dióxido y monóxido de carbono…
La destrucción de selvas y bosques del trópico ( tala de árboles, destrucción de bosque primario, selva, bosque en general y árboles, quemas y chaqueos ) aumenta el efecto invernadero ( cambio climático) drásticamente y causa gravísimos efectos en el clima regional. Las consecuencias sociales, económicas y ecológicas en estos lugares y países serán más nefastas aún que un mero cambio climático.
Eritis sicut Deus… ¡Qué burla! Un mínúsculo Cristo que no parece ya alcanzar a abrazar todo el desastre, al que se le pide, se le reza, se lo utiliza, se lo instrumentaliza sin más como imagen de la ciudad de la „Santa Cruz“, sumergido simbólicamente en un mar de humo, de cables y de árboles maltratados y escasos y de cemento excesivo que mata el suelo sobre el cual se desarrolló la creación.
Otra pajarilla talada en los „Campos Elíseos“ de la Ciudad del Via Crucis – en marzo del 2011 – y se trata de la pajarilla que se puede apreciar en la foto arriba adelante ( con una rama cortada por debajo de los cables ). El Cristo ya sabía que seguiría sufriendo por los actos bárbaros de sus empalagosamente dulces pseudoovejitas en este planeta; en sus gestos ya se lo leía en la foto de arriba.
Mediados de marzo del 2011: plaza del Palacio de Justicia. Véase OTRA pajarilla MAS talada ( la segunda, tercera o cuarta en estos días…) – en plena plaza, en pleno centro, frente a la fachada del Palacio de „Justicia“ sobre cuya entrada resplandecen grandes letras que hacen hincapié en la „esperanza de que en este templo se haga justicia“. Recalquemos que reza „EN“, es decir que por fuera „no vale“la cosa. Y así se manejan las cosas en Santa Cruz- sin visión universal, sin conceptos claros ni cultura general. Ya sea que falte la ética o el profesionalismo, siempre falta algo en el enfoque, siempre es parcial y a corto plazo, al parecer.
Mismo lugar – conclusión: una pajarilla talada en la Monseñor y dos en la misma plaza del Palacio de Justicia y una tercera….
Misma plaza, la del Palacio de Justicia. A la naturaleza, hacerle justicia parece que pesa. ¿No se avergüenzan los ( ¿supuestos?) profesionales que ven todo esto en detalle, día y noche, desde todo ángulo y a todas luces, desde arriba, abajo, del otro lado de la calle, tomando cafecito en la Monseñor, yendo a hacer JUSTICIA en su patria que les da cobijo, alimentación, techo, etc.??
… a la vuelta ( marzo del 2011), en la vereda frente al Palacio de Justicia frente al local de pollos. Ojo: los pollos se mueren con el calor excesivo porque se „amontonan“; los criadores de pollo lo saben de sobra. Pero igual – se sacó esta pajarilla de una plancha de cemento ancha sin un solo cable justo en una parada de micro – aparentemente a los autores el dióxido y monóxido de carbono de los chaqueos ( que deberían prohibirse finalmente para ofrecer coherencia y credibilidad a la población ) obviamente ya afectaron los cerebros de quienes hacen este tipo de estrago criminal y de mala fe para con el medio ambiente.
Aqui había bibosis ( que no son para nada ideales para la vereda ), pero se fue el local „Bonaparte“ y, tal cual lo dicta la moda, se „sacaron“ los árboles de la vereda de la Monseñor. Cuando la maldita e imbécil „moda“ dicte colgarse desnudos de cabeza del Cristo, la población de Santa Cruz lo hará, peleándose el espacio aéreo. No destacamos en mucho en Santa Cruz, pero en lo imbécil de las „modas“ lo hacemos sin duda alguna. ¿Será que eso va con la ciencia y con el progreso? Pero lo bueno es que no está de moda la conciencia crítica y la „mejora“ de la calidad de vida, así que „no hay problema“.
Jardineras en la Monseñor: ¿pa qué mierda las ponen si no las van a cuidar? ¿Qué diablos tienen en la cabeza – no hay quién les diga a las autoridades que la evaptoranspiración del trópico no da para poner macetas sobre cemento en ciudades tropicales, en vez de árboles? ¿Será medianamente „seguro“ en Santa Cruz ir a la peluquería, al médico, al dentista?¿ Se pagará por un servicio que lo vale o se pondrá en riesgo la integridad física o incluso la vida de quien asiste a estos lugares donde se ofrece algún servicio „profesional“? ¿Será que saben lo que hacen? Surgen muchas dudas, ante esta imagen…
Árbol talado en plena Plazuela del Estudiante, tratando de rebrotar: sin palabras.
Aguas servidas y basura a la entrada del „Parque Lomas de Arena“.
„Casa antiecológica“ o moderna „casa GWFSC“ ( de „Global Warming Forever Support Corporation“).
Nuevo invento de la arquitectura minimalista: el „árbol minimalista“. El efecto para el clima también es minimalista – „minimaliza“ el clima, es decir crea condicones climáticas para enanos ( que no necesitan mucha agua, mucha sombra, muchas precipitaciones, mucha alimentación, tienen perros enanos que levantan muy poco su patita para hacer pipí – si son machitos-, comen frutas enanas o sencillamente no las comen, estacionan autitos de juguete y no de verdad, en fin, viven en un mundo „que no es de verdad“ … ).
Basura en torno a las Lomas de Arena ( fuera del „Parque“, por lo menos eso, pero, para compensar, hay gran cantidad que compensa su ausencia dentro de la zona cercada del „Parque“ ).
¡La desertificación como atracción turística! Ni agua hay ya en las Lomas de Arena. En todo caso: pronto habrás más espacio para el turismo, ya que las dunas avanzan y se abren campo, son tan „pujantes“ como esa tan querida, ( mientras tanto visiblemente ) sobrepoblada, chaqueada y talada patria chica que es Santa Cruz para los que suelen salir con tanta pasión a las calles con sus banderitas blancas y verdes…. (que pronto serán amarillas ). Qué primicia, sabemos pensar y somos los primeros – que se sepa – que podrán vivir su propia extinción en carne propia y analizarla paulatinamente en términos y contextos científicos y filosóficos. ¡ Qué suerte que no somos ni trogloditas ni dinosaurios, sino de repente no nos daríamos cuenta de nada!
Es tal la ignorancia en Bolivia que se encementa todo, se tala todo… No solamente se destruyó la agricultura del Altiplano, ahora se está talando sistemáticamente todo lo que esté al alcance de la mano en el Oriente y ni se percibe el problema, mucho menos los contenidos del debate climático global. Se sella el suelo y se tala, se elimina rotondas para acercar el tráfico al centro den vez de eliminarlo de allí y mantener y ampliar áreas verdes – se construye con acero, cemento, hormigón, palmeras y vidrio, de forma totalmente incompatible con el medio ( tropical ) y el bolsillo de la población. El cemento que sella el suelo, la falta crónicoa de superficies lo suficientemente „verdes“ para estas latitudes y la patológica eliminación de árboles que se conjuga con la perversa manía de construir edificios con departamentos carísimos y que requieren de aire acondicionado por la total falta de criterio y profesionalismo y responsabilidad por parte de quienes construyen, destruyen y lo permiten lleva a la creación de una ciudad rotundamente antiecológica e insostenible que no logrará así jamás combatir su propia apocalipsis en términos de ecología, sustentabilidad social, laboral y económica y respecto al tráfico. La ausencia de alamedas y áreas verdes con árboles grandes, veredas suficientemente arborizadas, de áreas sin cemento excesivo, de suficientes árboles suficientemente grandes y raizudos para latitudes tropicals crea una creciente necesidad de utilizar aires acondicionados – que aumentan el efecto invernadero, es decir la catástrofe ecológica -, aumentan la pobreza por crear gastos superfluos en detrimento de necesidades mucho más urgentes, aumentan la incapacidad analítica intelectutal de la población porque hacen creer que la tecnología solucionará problemas que solamente la naturaleza puede manejar … Ni qué hablar de que aparentemente a Bolivia nos llegan los aires acondicionados más dañinos para el clima y tan obsoletos … porque sería ilusión creer que podemos vivir como en EEUU, ya que allí la vida no es sostenible dentro del contexto climático y los „buenos“ de allá aquí serían impagables para el grueso de la población.
Pero bien, la política de avestruz es algo genuinamente boliviano y lo bueno es que ni nos daremos cuenta de que nos estaremos autoeliminando porque a ciegas nadie verá nada; es cómodo además echarles la culpa a fantasmas por algún otro lugar que ni conocemos y vivir en ese mundo paralelo de quimeras que nos libera – antes nosotros- de toda responsabilidad y culpa „porque somos pobres“. ¿No será que queremos ser pobres imbéciles y luego nos quejamos indignamente a viva voz de ello en vez de responsabilizarnos por lo auténtico y vivir nuestro propio destino en Bolivia sin comparar siempre para justificar y querer exigir lo que no nos corresponde o nos mantiene sumidos en la pobreza e imbecilidad por autojustificarla, cómoda e imbecilmente, envidiando, comparándonos con otros, copiando imbecilmente sin autenticidad y criterio propio?
Pero las consecuencias ya se están haciendo sentir – y la naturaleza no se deja engañar como los humanos en otra parte que nos están creyendo nuestra miserable e indigna comedia boliviana de „pobrecitos“ que „no pueden, no saben, son demasiado tontos para pensar y actuar con criterio y responsabilidad“. Para la naturaleza todos somos iguales y cosecharemos lo que sembramos de mala gana, sin madurez ni profesionalismo ni voluntad sincera de superarnos.