A COMENZAR CON… PALABRAS INTRODUCTORIAS

INTRODUCCIÓN 

El objetivo de este sitio es básicamente comunicar información, puesto que parece cosa de locos intentar actuar de otra forma, ya que la ciudadanía y las autoridades no parecen querer colaborar, al contrario.

Es buscar nada más que sufrir, al parecer, cuando se intenta cambiar algo para bien 

Por ejemplo al plantar un árbol en una plaza  – los vecinos se rebelan, que no quieren que les toquen su plaza porque allí estacionan, comen, orinan y botan su basura, otros lo arrancan por la inusual “educación” que se les proporcionó en sus hogares o colegios, un tercero le orina y un cuarto lo roba para tratar de “hacer negocio” en la “pujante ciudad de Santa Cruz. Y los “funcionarios públicos” o algún vecino compulsivo ( de los que no faltan ) – cuando y si llegado a adulto el árbol – lo maltrata y desfigura, al no tener ni la más mínima idea de que los árboles no se “podan” a machetazos, es más: de que por lo general no se podan cuando no es absolutamente imprescindible y  de que mucho menos se poda a un arbusto “para que parezca árbol”. 

Lo, quizás, peor: cuando un humanoide orinó en una vereda o en una plaza o defecó allí, luego el vecino de turno le echa la culpa al otro vecino de turno, al dueño de la vereda orinada sin conocimiento suyo obviamente, y, a ratos, hay no pocos casos en los  cuales algún vecino ignorante procede a echarle cloro u otros químicos a la vereda orinada ( que ni es la suya), „por el olor“, matando así la vegetación de veredas que aún tienen árboles, por ejemplo. Ni qué hablar del estrés para el „dueño de la vereda“ y  „dueño del árbol“ – si éste fuese una persona responsable, con algo de cultura y que cuida su vereda y su árbol -, ya que primero orinan y defecan en la puerta de su casa, luego aparecen los vecinos a sacarlo de la cama a las seis de la mañana, a hora de la siesta o a las doce de la noche para echarle en cara „que se hizo orinar su vereda“ ( ¡o lo agreden, de hecho, porque tiene árboles en la vereda y la moda es no tenerlos o se los odia!) y luego, para colmo, le echan cloro a un árbol que precisamente la víctima cuidó con cariño, respeto y a sabiendas de cuán importante es la vegetación en el trópico….

Santa Cruz se está volviendo „ciudad calvario„, pero como la cultura es escasa – de forma generalizada -, demasiado pocos se molestan o toman medidas acertadas. Ya que echarles cloro a las veredas o sacar a los árboles de terrenos baldíos o de veredas y parques „para bajar los índices de criminalidad y de gente defecando por doquier“ sencillamente echa a perder las pocas oportunidades que tiene aún Santa Cruz de volverse nuevamente cuidad habitable ( siendo practicamente lo opuesto a lo que se debería hacer ), ni qué hablar de „ciudad turística“.

La situación ecológica y de convivencia se ha tornado insoportable, ya que mientras tanto ni quien paga impuestos por su casa tiene algún tipo de control sobre su vereda, sobre la salud humana y animal que trata de cuidar en su propio jardin, su propia vereda, con árboles en su vereda, con jardines que eviten el calor excesivo y el polvo insalubre, ya que los desubicados de todo tipo pululan y hacen lo que les dé la real gana, ya sea en movilidades caras o a pie, bien o mal vestidos y con billeteras gruesas o con billeteras robadas o sin éstas. Inclusive quien tenga una “plaza” frente a su casa tiene que tolerar que una supuesta „iglesia“ la avasalle en nombre de Dios, con ruido, basura, talando los árboles que había o que un decente vecino puso contra el polvo en invierno y la sequía polvorienta del invierno repleto de bacterias, para utilizar el espacio para estacionar, ya sean taxis o trufis o las movilidades de los „feligreses“ que asisten a tales lugares sin Dios a supuestamente adorarlo a éste ( avasallando al prójimo sistemáticamente y a la creación), mientras el vecino dueño de casa y que paga su impuesto inmobiliario, recojo de basura, alumbrado, barre, riega,  etc. al lado es avasallado por quienes talan, botan basura, hacen ruido, comen, defecan, orinan y estacionan en „su“ plaza – que, de hecho, es considerada „área verde“ con sus respectivas funciones para los vecinos del lugar, no área avasallable para visitantes que aquí se juntan para supuestamente adorar a Dios.

Hay también aquellos vecinos desubicados que odian tanto a los árboles que son capaces de pasarse por encima de la barda de su vecino – que tiene jardin y árboles y sabe por qué razón los tiene – para cortar las flores y ramas y las uvas del jardín de al lado y no tener así que verlas y sentirse agredido por lo verde de la casa de al lado, cortando además todo el follaje de un lado de un árbol en un terreno que no es siquiera el suyo, que tiene dueño que vive allí ( y uno que cuida su vegetación y tiene una noción clara del porqué ) y pudiendo terminar  el mencionado árbol inclinándose hacia un lado por desequilibrarse así. Ni hablemos del estrés que ocasiona este tipo de „convivencia pacífica“ para los vecinos más conscientes y además dueños de casa que cuidan a su casa con sus plantitas, jardines y arbolitos con cariño para descansar en su hogar de precisamente todas estas pesadillas cruceñas en algún lugar.

¿La solución? Obviamente dedicarse al narcotráfico y al negocio iliícito, a los casinos, al contrabando, ya que la clase media profesional honrada y decente dificilmente podría comprarse así nomás una villa con cuidantes, piscina, personal de todo tipo ( piscinero, empleadas, cocinera, etc.) en un condominio con extensos jardines y en el cual no falten los árboles, las áreas verdes limpias, las vistas verdes sin cemento excesivo,  la ( s ) – por ende necesaria ( s ) respectiva ( s ) movilidades, sumándosele a estos gastos los gastos por oficinas en lugares céntricos, aire acondicionado ( tan antiecológico y antieconómico en Santa Cruz como las heces humanas por doquier, la tala de árboles, el excesivo uso del motorizado, el sellado del suelo, etc.) por el calor antinatural de una ciudad inhumana e insalubre ( que sustituye árboles por cemento y heces humanas ) e incurrir además en gastos por concepto de „gastos comunes“ de este tipo de condominios que equivalen nada más ni nada menos que el pago de un alquiler normal, a pesar de ser propietarios. ¿La consecuencia? El trabajo honrado no vale la pena, no rinde y el que manda es el inculto e inescrupuloso con plata o sin ella, quien termina siendo ejemplo e ídolo de tal sociedad en decadencia total en la cual ya no hay valor que valga aparte del egocentrismo desenfrenado que parte de la ignorancia absoluta y total. La clase más culta y/o profesional y gente más decente y „normal“ deja así de existir, deja de salir adelante de forma estable y el lucro sin reparos, sin moral, sin cultura ni formación es lo que forja esta nueva sociedad deshumanizada y, tarde o temprano, inhabitable.

En la ciudad: condomes por doquier, papel higiénico con heces humanas, polvo infectado de bacterias humanas por sellar el suelo por doquier con cemento el municipio y por “pelar” la ciudad todos conjuntamente para eliminar a los árboles que parecen molestar a todos y dejan así de producir la humedad imprescindible para evitar el polvo y el calor insufribles y contraproducentes y de equilibrar el regimen de precipitaciones y la temperatura ambiente.  Van en aumento las enfermedades respiratorias – y cómo no, si todos los santos días aparecen heces humanas, escupo humano y orín humano mientras tanto ya en el Primer Anillo y en cantidades ingentes dignos de un país bien, bien tercermundista, de hecho. El Arenal mientras tanto se asemeja a una hidroeléctrica y no a un “parque”- y que huele, empero, a jaula de leones. El zoológico, encementado y criadero de gérmenes y de bacterias humanas que pululan en el seco y polvoriento cemento alrededor de éste. La calle Charcas, Suárez Arana, urinario y “defecario”  público. Basura humana por doquier. Casas encementadas al máximo por doquier y condominios nuevos que parecen ventas de baldosas y no viviendas para seres vivos; si se pudiese, incluso al cielo en Santa Cruz se le pondría baldosa blanca – sin la más mínima idea de la repercusión de este actuar ignorante en la salud humana y animal, en el clima, la huella ecológica,  la alimentación humana y la tan trillada seguridad alimenticia, el costo de vida, etc.Arboles talados por doquier. Enfermedades cutáneas y respiratorias por doquier y en aumento – ¡y ojo, que aún no llegó la época de chaqueos! Las autoridades no aparecen, al parecer, los chaqueos se siguen “pasando por alto” y se justifica y la tala sigue siendo “negocio” por el cual se paga multa o “derechos” y quien planta árboles y hace jardines en su terreno no es bien visto o incluso agredido y para vender un terreno o lote o “limpiarlo” se tala, SE TALA. Bien, podríamos irnos a vivir a Cochabamba, a La Paz, a la luna o a Marte, pero el hecho de que se nos sugiera aquello en Santa Cruz es precisamente indicio de que el progreso no llegó ni de forma incipiente a Bolivia, ya que cuando se hace y se propone con argumentos centiíficos, respuetuosos de la creación y humanistas, lo que se cosecha es odio, desprecio y, de hecho, más problemas.

Tantísima gente,  gorda, fea, repleta de granos, con cáncer de piel, enfermedaes cutáneas, problemas respiratorios, asma, estresada sin saber porqué …. Porque no se camina, ya que no hay alamedas, no hay sombra, no hay árboles y no hay un aire limpio que permita cuidar su piel adecuadamente respirando oxígeno en vez de polvo sucio y seco que daña la piel. Apenas se puede manejar bicicleta o simplemente „pasear“ porque todo en Santa Cruz es sol  que ocasiona cáncer de piel, en el peor de los casos, o vidrio que destroza las llantas de cualquier bicicleta. ¿La solución? O robos o polvo sucio e incómodo para moverse al aire libre o respirar heces humanas disecadas, pero no hay adónde ir si no es incurriendo en gastos excesivos y en la vivienda, apenas hay solución, a no ser que encerrarse con aire acondicionado y no abrir las ventanas al polvo sucio – o hacer jardines y pelear con todo el vecindario.

U otra vez: irse a un condominio alejado, con aire puro, aire húmedo, sin basura, pero con muchos árboles y poco cemento. ¿Pero llegar allí con un sueldo de clase media baja o alta, incluso como profesional promedio? ¿ Gastando mientras tanto medio sueldo en vigilancia, aire acondicionado, problemas de salud por la falta de higiene en la ciudad, por el calor excesivo, por enfermedades cutáneas por exceso de basura humana y de cemento  y falta de vegetación…? En fin, los pobres con buena voluntad y más conciencia así terminan más pobres, los ricos „malos“ más ricos y más cómodos y saludables y la clase media con conciencia y algo de cultura… que cargue con todo el peso de todo esto y se las busque.

A esto se le suman las tantas estafas – con material de construcción de última, construcciones de última, basura china vendida por doquier, trabajadores con cero ética y profesionalismo, „empresarios“ pícaros, repuestos truchos que no sirven, materiales de construcción que no son más que estafa y basura china, sobreprecios por productos chatarra y sin calidad …  

Santa Cruz de la Sierra se ha vuelto tierra de nadie en el transcurso de la última década – los asaltos en plena vía pública y en pleno centro están al orden del día ( incluidas las agresiones entre vecinos insensibles, hacia animales y árboles, áreas verdes, etc.), todo es cemento como si fuésemos máquinas sobre ruedas y no seres vivos, las áreas verdes y los árboles se sustituyen por baldosas y por basura y bacterias…  

En un intento de “aguantar” y de hacer algo positivo de la situación – insostenible mientras tanto –  surgió la idea de este sitio ( aparte obviamente de la idea de comunicar información a amistades, colegas, etc.) 

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